Una boda rústica pero salvajemente romántica: The Wildy romantic wedding
- Marta Sala
- hace 20 horas
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La felicidad solo es real cuando es compartida. Había algo de salvaje, hippie y naïf en la búsqueda vital de Christopher McCandless (biopic de Into the Wild). La belleza de lo indómito, la tierra entre los pies y la autenticidad como promesa.
Y esta es la vibe de las Wildy romantic weddings. Rústico sí, romántico también, pero salvaje, mágico y para espíritus libres.
El vestido de novia, entre mágico y desenfadado
Coronas de flores secas y un manto. Un sombrero de ala y un vestido bordado de lino. En color blanco o beige. Algo desenfadado, con un aire mágico y totalmente auténtico. Sin disfraces, solo tu. Y si quieres un ramo, los tonos tierra y las flores campestres son un must.
Las alianzas, orgánicas, inspiradas en la naturaleza
Uno de nuestros best sellers desde tiempo, la rama de Cercis – el árbol del amor – captura toda la esencia para esta ceremonia. Este anillo de oro con una sutil textura a rallas y nudos brotados a cada lado es suave y cómodo, ideal para los inconformistas más dulces.
La tierra, salvaje, hecha santuario
Si la felicidad es real cuando es compartida, el lugar debe ser tan auténtico como esa verdad. Olvídate de espacios cerrados. Para la Wildly Romantic Wedding, el lugar es un espacio virgen, no domesticado: una pradera olvidada, un claro en un bosque de pinos, o una cima solitaria al atardecer. La arquitectura es la naturaleza misma.
En resumen, una boda Wildy Romantic es la prueba de que lo más bello de la vida no necesita filtros. Es rústica porque es auténtica, es mágica porque es libre, y es salvajemente romántica porque decide ser solo vuestra.
